El Bitcoin es una de las más innovadoras creaciones financieras desde su lanzamiento en el 2009, esto se debe a sus características singulares, lo que lo ha convertido en uno de los activos con más fuerte presencia en el mercado de valores.
Es de destacar que entre las características más particulares del Bitcoin está la tecnología que los sustenta, esta es Blockchain, que se distingue por ser una red entre pares (peer to peer), de código abierto, por su sistema de prueba de trabajo (proof of work) y por ser totalmente descentralizada, lo que la hace no estar ligada a ningún gobierno o banco central.
A parte de lo antes mencionado, al hablar de Bitcoin se hace referencia también a lo que es el anonimato entre sus principales características, pero ¿Qué hay de cierto con el anonimato en el Bitcoin? Bueno, el anonimato no puede ser completamente real en una Blockchain de naturaleza pública y transparente.
Si analizamos un poco, en cada transacción se registran en la cadena de bloques alguno de los datos del emisor, el monto de la transacción y el destinatario de la misma. Ninguno de los datos está ligado a una identidad, pero siempre está la posibilidad de poder rastrear la transacción.
¿Cómo se podría rastrear una transacción de Bitcoin?
Si se puede encontrar algún enlace de información entre la dirección pública de algún individuo se podrá visualizar mediante la cadena de bloques todas las transacciones en las que tuvo participación el usuario.
Por lo que si el usuario que es propietario de la dirección Bitcoin vincula sus datos personales a esta podrá ser fácilmente rastreado. Es de destacar que la red Blockchain de Bitcoin es vulnerable a algunos ataques donde a través de la unión de una serie de nodos se podrá conocer el origen de una transacción en específico.
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